En el siglo XX se van a producir una serie de cambios decisivos para el arte que conducen a la ruptura con la tradición decimónónica y la apertura de nuevos caminos y opciones artísticas. Se cuestiona la tradición y se le responde con la incorporación de nuevos elementos. La objetividad y la representación fiel de la realidad dejan de interesar a la mayor parte de los pintores y la subjetividad pasa a ocupar un primer término. Se consolida definitivamente la ciudad que nació con la Revolución industrial: la cultura del siglo XX es eminente e inevitablemente urbana, lo que implica la aparición de una nueva escala de valores.
Los manifiestos que preceden a muchas de las corrientes artísticas de este siglo y que exponen los aspectos esenciales de las mismas son la expresión más clara de algo que culmina con el Happening o el Land Art: el arte como concepto, más allá de su expresión material.
A todo esto debemos añadir el desaliento provocado por las dos guerras mundiales que, en la primera mitad del siglo, convulsionan a la Humanidad y que se reflejará en la obra de muchos artistas.
Francis Bacon: Sin título. 1946
1. LAS PRIMERAS VANGUARDIAS
1.1. El fauvismo
El Fauvismo nace a principios del siglo XX (1900-1910) en Francia, cuando el crítico francés Louis Vauxcelles se refiere a un grupo de artistas con la palabra francesa fauves, es decir, fieras. Este apelativo engloba a un conjunto de pintores formado por Matisse, Derain, Vlaminck, Dufy, Marquet y Rouault _algunos autores no consideran a este último pleno integrante del grupo, aunque su relación con el resto de los artistas y las influencias de éstos en su obra son evidentes_ que habían expuesto sus obras en el Salón de Otoño de 1905 causando una verdadera conmoción ante la libre utilización del color que hacían en sus cuadros. Éste se convertirá en el verdadero protagonista del arte Fauve, en el que un aspecto como la profundidad, prioritario y objeto de sesudos estudios a lo largo de la Historia de la pintura, queda, en estos momentos, totalmente desplazada en favor de otros valores. El dibujo, consistente en gruesas líneas oscuras, define amplias áreas de colores arbitrariamente utilizados y muy contrastados, que producen una sensación de irrealidad, tal y como sucedía en las obras de Paul Gauguin.
El origen de los pintores fauvistas está en los nabis (término de origen hebreo que significa profetas), un grupo de artistas formado por Bonnard, Vuillard, Valloton, Denis y Serousier (este último era el teórico del grupo) que se consideraban, en muchos aspectos, herederos de Gauguin, al tiempo que rechazaban el Impresionismo. Estos pintores estaban profundamente influidos por el grabado japonés (cuya incidencia en la mayoría de los postimpresionistas ya se ha comentado) y en sus obras serán frecuentes los colores antinaturalistas y, al mismo tiempo, dotados de una gran intensidad y brillantez.
Paul Serousier: La valla florida. Museo d'Orsay. París
André Derain: Retrato de Matisse. Tate Gallery. Londres
Los fauvistas no deben ser considerados un grupo de pintores con un programa en común. Por este motivo fue un movimiento pictórico muy efímero.
Una de las personalidades más fascinantes del grupo fauve es Henri Matisse (1869-1954), el punto de referencia fundamental para la mayor parte de los fauves. Admiró a pintores de momentos pictóricos bien diferentes como Corot, Vermeer de Delft, Chardin, los impresionistas o el propio Fragonard. Le interesaron las obras de Van Gogh y Gauguin, las cerámicas persas, las telas moriscas y el arte africano. En los inicios de su actividad como pintor hizo algunos cuadros que podemos considerar próximos al Puntillismo (Lujo, calma y voluptuosidad, 1904-1905). Más tarde, el color en áreas bien definidas se adueña de sus obras. Sabía muy bien que lo importante no era emplear grandes cantidades de color, sino contrastado adecuadamente.
Matisse: La habitación roja. Museo del Ermitage. San Petersburgo
Matisse: La danza. Museo del Ermitage. San Petersburgo
Viajó al norte de África, como ya lo habían hecho otros artistas durante el Romanticismo, para capturar en sus lienzos la sensualidad de estos ambientes (Odalisca con pantalones rojos, 1943). Una de sus obras más interesantes y, al mismo tiempo, una de las que mejor ilustra sus ideas acerca de la pintura _muchas de ellas recogidas en su obra Notas de un pintor_ es El retrato de la raya verde. Acerca de él nos dice Francastel: "En la medida en que Matisse ha instituido, sin discusión posible, un nuevo equilibrio de la forma, es evidente que se ha desvinculado cada vez más de la representación de la figura humana en sí misma, siguiendo así por otra parte la tradición de los grandes artistas del final del siglo XIX. Los retratos no son más que una actividad episódica, no constituyen un estilo".
Maurice Vlaminck (1876-1958), gran conocedor de la obra de Van Gogh, emplea los colores con una gran libertad y energía aplicándolos, en ocasiones, directamente del tubo. Raoul Dufy (1877-1953) realizó escenas de ocio en los hipódromos, salas de conciertos, playas, etc., en las que la línea describe con gran rapidez los elementos. Albert Marquet (1875-1947) era un grandísimo dibujante que pintó sobre todo paisajes invernales. Para finalizar nos referiremos a Georges Rouault (1871-1958) quien se inició en el arte dentro de la restauración de vidrieras, aspecto que es perfectamente perceptible en sus obras, en las que los oscuros colores están separados por gruesos trazos negros que recuerdan al emplomado. Uno de sus temas preferidos es el de los payasos, casi siempre de rostros tristes.
Marquet: El Pont Neuf. National Gallery. Washington
Rouault: La Santa Faz. Museo de Arte Moderno. París
1.2. El Expresionismo
El Expresionismo abarcó diferentes ámbitos del arte, no sólo la pintura, sino que la literatura, la música y el cine también conocieron una fase expresionista. Antes de entrar en cuestiones particulares de este movimiento que tuvo lugar en Europa durante los primeros años del siglo XX, podemos decir que el deseo de "expresar" es consustancial al arte pero, es en este momento concreto cuando una serie de pintores irrumpen en el panorama artístico con la voluntad explícita de reflejar en sus obras sus experiencias emocionales y espirituales, su visión de la realidad. El vehículo esencial para conseguirlo son los colores, entre los que muestran una acusada preferencia por el negro, clara expresión cromática de su visión un tanto atormentada de la vida. Sus cuadros son el mecanismo para sacar a la luz un mundo de angustias y miedos.
El pintor noruego Edvard Munch (1863-1944), aunque no entra dentro de ningún grupo debido a su complejidad, con su obra sirvió de aliento a la pintura expresionista. Existen muchos paralelismos entre las biografías de Munch y Van Gogh. El tema principal de la obra de Munch es el sufrimiento psíquico _recodemos al holandés_, la angustia y la muerte, que se reflejan en los rostros desencajados de los personajes de sus cuadros. Munch poseía una visión muy pesimista de la vida. Su obra más conocida es El grito (1893) en la que la figura fantasmagórica en primer término está trazada con líneas ondulantes en amarillo y naranja. El cuadro transmite una fuerte sensación de inestabilidad y desesperación.
El pintor noruego Edvard Munch (1863-1944), aunque no entra dentro de ningún grupo debido a su complejidad, con su obra sirvió de aliento a la pintura expresionista. Existen muchos paralelismos entre las biografías de Munch y Van Gogh. El tema principal de la obra de Munch es el sufrimiento psíquico _recodemos al holandés_, la angustia y la muerte, que se reflejan en los rostros desencajados de los personajes de sus cuadros. Munch poseía una visión muy pesimista de la vida. Su obra más conocida es El grito (1893) en la que la figura fantasmagórica en primer término está trazada con líneas ondulantes en amarillo y naranja. El cuadro transmite una fuerte sensación de inestabilidad y desesperación.
Munch: La niña enferma. Tate Gallery. Londres
Munch: El grito. Galería Nacional. Oslo
El Puente
El Puente (Die Brücke en alemán), estaba integrado por un grupo de pintores que como Nolde, Kirchner, Müller, Heckel y Schmidt siguieron de cerca la pintura de Van Gogh, Klimt, Gauguin, la escultura africana, el Románico y el Gótico. Schmidt afirmaba lo siguiente: "Una de las metas del Brücke es la de atraer todos los elementos revolucionarios e innovadores, esto es lo que el nombre significa". Para ellos, lo verdaderamente prioritario es la forma por encima del tema. Uno de los pintores más representativos es Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938) que, influido en cierta medida por el arte africano, pinta en sus cuadros personajes de siluetas alargadas y trazos nerviosos y figuras que se agolpan ignorándose en las calles de las ciudades. Sus obras un reflejo de la deshumanización de las grandes urbes. Emil Nolde (1876-1956) representó en muchos de sus cuadros temas de carácter religioso (cuadros que forman una serie sobre La vida de Cristo, 1912). Su pintura se caracteriza por los trazos gruesos, los rostros que imitan máscaras, la influencia del arte primitivo y la simplicidad.
Kirchner: Tres desnudos en un bosque. Wilhelm-Hack Museum. Ludwigshafen
Nolde: La bailarina gitana. Colección particular
El Jinete Azul
El siguiente paso de la pintura expresionista lo representa El Jinete Azul o Der Blaue Reiter, un grupo formado a finales de 1911 en torno a una figura clave dentro del arte: Kandinsky. A diferencia de El Puente, el grado de cohesión alcanzado por los integrantes de El Jinete Azul fue muchísimo menor y mostraron un mayor interés por los aspectos estéticos y una menor preocupación por los problemas sociales. Wasily Kandinsky (1866-1944) era de origen ruso, aunque la mayor parte de su obra se desarrolló en Alemania. Toma como referencia la pintura figurativa para llegar a la abstracción, una tendencia artística que aparece en el siglo XX y que consiste en el abandono del arte figurativo fundamentado en la representación más o menos objetiva de lo que nos rodea. El arte abstracto convierte las formas, los colores y la línea en protagonistas indiscutibles. Dentro de la abstracción es posible distinguir dos corrientes. Por un lado una, que representa muy bien Kandinsky, en la que se intenta plasmar emociones, y otra más fría, incluso se podría calificar como matemática, de rigor geométrico, representada por el Constructivismo ruso. Los amplios conocimientos de Kandinsky sobre música influyeron decisivamente en su modo particular de entender la pintura. Para él, la pintura y la música estaban íntimamente relacionadas. Incluso llegó a hacer un estudio sobre la coloración de los sonidos. El color influye en el espíritu, es la tecla y el ojo el percutor que golpea el alma. Cada color tiene para él un sentido diferente. El azul aleja y llama al hombre al infinito, el verde es el equilibrio entre el azul y el amarillo, el blanco el silencio y el negro la nada. Cada uno de sus cuadros es una sinfonía cromática, pura música visual. El arte, y esto es un concepto bastante novedoso dentro de la pintura, no es una mera representación de objetos sino que sus cuadros se constituyen con forma y color. El propio autor clasifica sus obras en tres grupos: las Impresiones, que toman como punto de partida una impresión captada directamente de la Naturaleza, las Improvisaciones, puramente formales e inconscientes, y las Composiciones, en las que el punto de partida es un sentimiento que el pintor elabora construye de forma laboriosa. En El Jinete Azul se defendió cualquier manifestación artística caracterizada por la espontaneidad: el arte primitivo, el arte de los niños, de los enajenados mentales, el arte naïf en definitiva, "inventado" por Henry Rousseau (1844-1910) llamado le douanier _el aduanero_, por haber sido su padre agente de aduanas, y fue rechazado duramente por muchos pero defendido por Kandinsky.
Kandinsky: Sobre las puntas. Centro Georges Pompidou. París
Kandinsky: Moscú I. Museo Guggenheim. Nueva York
Kandinsky: Amarillo, rojo y azul. Colección de Nina Kandinsky. París
Rousseau: La gitana dormida. Museo de Arte Moderno. Nueva York
Otro destacado miembro del Jinete Azul es Alexei Jawlensky (1864-1941), muy próximo al Fauvismo por sus colores estridentes u de sus formas angulosas. Franz Marc (1880-1916) fue colaborador de Kandinsky y definía el arte como la fusión de alma y naturaleza. La mayor parte de sus cuadros están protagonizados por animales de colores arbitrarios y formas ondulantes. August Macke (1887-1914) llena sus lienzos de colores brillantes y luminosos, de animales y paisajes que simplifica descomponiendo, sin llegar al Cubismo, en formas geométricas. Estaba bastante influido por la pintura de Delaunay.
Marc: El cervatillo. Museo de Bellas Artes. Málaga
El Expresionismo está representado en Austria por Oscar Kokoschka (1886-1980), un autor independiente que posee un estilo muy personal difícil de calificar. No le interesa la definición de las formas, prefiere los contornos borrosos y movidos. Su pincelada es pastosa y ondulante por influencia de Van Gogh, incluso en ciertas ocasiones, aplica la pintura directamente del tubo. Una de sus obras más interesantes es La novia del viento (1914) que es un autorretrato con Alma Mahler, a la que se había unido en 1911, año de la muerte de Gustav, esposo de ésta.
Kokoschka: Pol Perro. Tate Gallery. Londres
La escultura expresionista
La escultura expresionista, lo mismo que la pintura, trató de reflejar la soledad y la angustia del hombre del mundo moderno. En este sentido se desarrolló la obra de Wilhelm Lehmbruck (1881-1919) influido durante los primeros años por Meunier y Rodin. Sus estilizados personajes, generalmente mujeres, aparecen aislados, reflexivos y marcados por una cierta melancolía. Ernst Barlach (1870-1938) era de origen alemán, pero hay que incluir en su biografía una estancia en Rusia durante la que conoció la rústica escultura gótica de este país y aprendió a trabajar la madera, que se convertiría en uno de sus materiales favoritos. Tuvo que enfrentarse a la oposición de los nazis que calificaban sus obras como "arte degenerado".
Alberto Giacometti (1901-1966) es el mejor representante de la escultura expresionista. Se inició en la escultura de la mano de Bourdelle, en Francia. Fue, además, un gran conocedor de la escultura africana y cubista. Estuvo bastante vinculado al Surrealismo. Sus figuras son extremadamente estilizadas y se encuentran solas, dispuestas en el espacio, sin conexión alguna con su entorno. Cuando aparecen en grupos lo hacen sin relacionarse entre sí. Recurre a la estilización para expresar, a través de la pérdida de materia, los espíritus desgarrados y doloridos del hombre del momento.
Giacometti: Mujer de pie. Museo Guggenheim. Nueva York
1.3. El Cubismo
La pintura
Lo mismo que había sucedido con el Fauvismo, el nombre de Cubismo es una creación del crítico Louis Vauxcelles, cuando al comentar uno de los cuadros de Braque afirmó: "Braque maltrata las formas, lo reduce todo _lugares, figuras y casas_ a esquemas geométricos, a cubos". El punto de partida del Cubismo es el cuadro de Picasso Las señoritas de Aviñón, pintado en París en el año 1907. En la pintura de Cézanne ya se percibía esta tendencia a dividir, a descomponer los objetos en formas geométricas que los cubistas llevarán a sus máximas consecuencias. Se plantea uno de los problemas clásicos de la pintura desde el Renacimiento, al que se aporta una solución absolutamente innovadora que clausura estas preocupaciones: el Cubismo renuncia a la profundidad.
Los cubistas reflejan en sus cuadros todas las maneras de ver un objeto de manera simultánea, se combinaba la visión de perfil y de frente como ya lo habían hecho los egipcios, poniendo fin a la idea de que en el cuadro existe un único punto de vista. Los temas preferidos por los cubistas son aquellos que les permiten trabajar libremente, ensayar sus teorías, por ello prefieren representar objetos (pipas, botellas, frutas, instrumentos musicales, retratos, etc.).
Podemos distinguir tres momentos diferentes en el Cubismo: analítico, hermético y sintético. El Cubismo analítico descompone la figura en superficies de formas geométricas de colores planos que se denominan facetas. En el Cubismo hermético las facetas son de un pequeñísimo tamaño y se plantean grandes dificultades para reconocer el objeto representado. Y, por último el Cubismo sintético es aquel en el que se incluyen nuevos materiales, es decir, se emplea el collage. Los cubistas más representativos son Picasso (del que nos ocuparemos más tarde), Braque y Juan Gris.
Georges Braque (1882-1963) empezó pintando cuadros impresionistas, más tarde pasó por una fase fauvista y, finalmente, tras descubrir a Cézanne y hacerse amigo de Picasso, entró a formar parte de esta corriente. Dentro del Cubismo, Braque encontró su verdadera identidad artística. Son muy característicos de este pintor los cuadros de naturalezas muertas sobre una pequeña mesa redonda y las canéforas _mujeres que portan frutas_ tema de origen clásico. Braque es un pintor que ejerció una influencia decisiva en el arte contemporáneo abriendo el camino para la llegada de la abstracción.
Braque: Naturaleza muerta: le jour. National Gallery of Art. Washington
Juan Gris (1887-1927) es el pseudónimo de José Victoriano González, artista que durante cierto tiempo vivió en París. Su amistad con Picasso le condujo a la pintura cubista. En la primera etapa de su obra podemos hablar de la descomposición del objeto sin llegar al extremo del Cubismo hermético. Más tarde, se interesará por la utilización del papel en sus pinturas. A medida que vaya evolucionando, su estilo se irá haciendo más sobrio y sencillo. Defendió la idea de una pintura en la que se parta de lo general para llegar a lo concreto: "Cézanne parte de una botella para llegar a un cilindro, mientras que yo, parto del cilindro para llegar a la botella".
Juan Gris: Garrafa y periódico. Norton Gallery of Art. West Palm Beach
El Cubismo dio origen a una serie de movimientos como el Tubismo y el Orfismo. El Tubismo estaba representado por Fernand Léger (1881-1955), que partió de la pintura de Cézanne para llegar a un estilo próximo al Cubismo que interpretó bajo un particular punto de vista. Para él, la máquina, la civilización industrial y el mundo del trabajo son los temas esenciales de sus obras: "La belleza está en todas partes, quizás más en el orden de las sartenes y cacerolas colgadas en la blanca pared de la cocina, que en un salón del siglo XVII o en los museos oficiales. Si uno admite ese tipo de juicio estético es posible admitir la belleza de las máquinas". Su cuadro más conocido es La gran parada (1954) en el que los personajes son simples y elementales como meras máquinas desprovistas de cualquier rasgos de humanidad.
Léger: Mujeres con flores. Tate Gallery. Londres
El Orfismo descompone los objetos en figuras geométricas, pero convirtiendo los cuadros en verdaderas explosiones de color (debemos recordar que la pintura cubista empleó una gama cromática bastante pobre, por tanto, en este punto radica la novedad del Orfismo). Robert Delaunay (1885-1941) encarna a la perfección lo que fue este movimiento, haciendo que el color se convirtiese en el elemento nuclear de su obra (conocía muy bien las teorías sobre el color de Chevreul y Seurat).
Delaunay: El tíovivo de los cerditos. Centro Georges Pompidou. París
La escultura
La repercusión del Cubismo fue tan intensa que llegó a afectar a la escultura. Dentro de ésta aparece, como objetivo fundamental, la simplificación de los volúmenes que se recomponen según las necesidades de cada caso, alejándose cada vez más de la realidad. La primera expresión de la escultura cubista fue realizada en 1909 por Picasso: Cabeza de mujer.
Henri Laurens (1885-1954) se puso en contacto con el Cubismo a través de Braque. En sus obras se suelen repetir los mismos temas: frutas, botellas, instrumentos musicales, etc., de madera o chapa pintada. Alexander Archipenko (1887-1964) no sólo está interesado por el Cubismo, sino también por la escultura primitiva de África. En algunas de sus obras emplea diferentes materiales como el alambre y el cristal (Medrano 1). Su obra más conocida es Andando (1912) en la que juega con las formas cóncavas y convexas, espacios macizos y vacíos que permiten la introducción del aire, del hueco. Esto debe ser tenido en cuenta ya que es uno de los elementos más transgresores con respecto a la escultura tradicional. Ossip Zadkine (1890-1967) incorpora al Cubismo una cierta humanización de la que éste carecía, puesto que la expresión del sentimiento no entra dentro del ideario cubista que puede ser considerado como un movimiento puramente formalista. Así lo demuestra en la obra La ciudad destruida (1951-1953), en la ciudad de Rotterdam, en la que aparece un hombre que eleva sus brazos al cielo en señal de ira. Raymond Duchamp-Villon (1876-1118) roza la abstracción en algunas de sus obras. Por último, Jacques Lipchitz (1891-1973), que destaca por un análisis profundo de de todas las posibilidades de los volúmenes y, especialmente, de los perfiles. De un modo gradual llegará a una geometrización casi absoluta.
Lipchitz: Mujer recostada. Tate Gallery. Londres
1.4. Italia: el Futurismo y la pintura metafísica
El Futurismo es un movimiento aparecido en 1909 que sólo se prolongó durante siete años. Está dotado de un fuerte contenido ideológico. El 20 de febrero de 1909 Filippo Tommaso Marinetti publica en el periódico Le Figaro el manifiesto en el que se concentran las principales ideas que caracterizan al arte futurista, del que hemos extraído el siguiente fragmento: "Cantaremos el amor al peligro, el hábito de la energía, de la osadía (...). Declaramos que el esplendor del mundo se ha enriquecido de una nueva belleza: la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con la carrocería adornada de grandes tubos como sierpes de explosivo aliento (...), un coche rugiendo que parece correr como una ametralladora, es más hermoso que la Victoria de Samotracia". Marinetti desprecia enérgicamente los valores tradicionales y ensalza una nueva sociedad industrial en la que se da primacía a la velocidad, al poder, a la guerra, a la violencia, al patriotismo y al militarismo. Su arte arraigó con fuerza en algunas ciudades del norte de Italia como Milán y Turín.
En la pintura se trató de plasmar el movimiento, para lo que se representaban las diferentes posiciones que adoptaba un objeto en la trayectoria de su desplazamiento. "Elegimos concentrar nuestra atención sobre cosas en movimiento, porque nuestra sensibilidad moderna está particularmente cualificada para apoderarse de la idea de velocidad. Pesados y potentes coches zumbando en las calles de nuestras ciudades , bailarines reflejados en el mágico ambiente de la luz y el color, aviones volando por encima de las cabezas de la muchedumbre entusiasmada. (...) Esas fuentes de emoción satisfacen nuestra idea de un universo lírico y dramático mejor que dos peras o una manzana".
Russolo: Dinamismo de un automóvil. Centro Georges Pompidou. París
Umberto Boccioni (1882-1916) pinta La ciudad se despierta (1910) en la que unos caballos realizan grandes empeños por despegar del suelo encarnando los esfuerzos que, diariamente, hacen las ciudades por ponerse en marcha. Carlo Carrá (1881-1966) realiza El funeral del anarquista Galli (1911), en que recoge las manifestaciones que tuvieron lugar a la muerte de este personaje en una huelga en 1904. Balla (1871-1958) es, posiblemente, el más interesado por captar el movimiento de todos los pintores futuristas (Dinamismo de un perro atado). Gino Severini (1883-1966), sin embargo, preferirá los ambientes nocturnos, alegres y luminosos.
Severini: Retrato de mujer. Museo de Arte Moderno. Nueva York
La pintura metafísica está representada por Giorgio de Chirico (1880-1978), pintor nacido en Grecia, aunque de orígenes italianos. Después de vivir en varios países quedará deslumbrado por Turín, la ciudad que encarna, con sus plazas y con sus calles, el ideal estético que tantas veces repetirá en sus cuadros. La nota más característica de las pinturas de este autor es la sensación de tranquilidad que se desprende de sus plazas vacías o casi vacías, integradas por simples arquerías que se repiten rítmicamente y que proyectan largas sombras. También son frecuentes en sus cuadros los maniquíes (Héctor y Andrómaca, 1917). Asimismo, se incluye dentro de la pintura metafísica Giorgio Morandi (1890-1964), gran conocedor de Cézanne, que pintaba bodegones de figuras sencillas y estáticas, de formas limpias y monumentales. En ambos casos podemos decir que son pintores que se encuentran muy al margen de las tendencias del momento y que optan por una pintura más personal y con ciertos rasgos de intemporalidad.
1.5. La Escuela de París
Esta denominación sirve para agrupar a un conjunto de artistas que establecen su residencia en París entre los años 1920 y 1940: Modigliani, Soutine, Brancusi, Jean Arp y Chagall son algunos de ellos, aunque en este grupo se podría incluir a muchos otros.
Amedeo Modigliani (1884-1920) dejó una gran cantidad de obras pese a su corta vida. Sus primeros contactos con la pintura proceden de los Macchiaioli, pero una vez que se traslada a París descubre su propia forma de pintar.
Sus obras más características son los retratos y las mujeres desnudas. En ambos casos, las figuras estilizadas aparecen con el rostro de forma ovalada y los ojos a medio pintar, como si se tratase de simples bocetos.
Modigliani: Retrato de una joven. Colección particular
Chaïm Soutine (1893-1943) estaba dominado por el pesimismo y la duda artística. Trató de transmitir la emoción a través de una pincelada enérgica y vigorosa que nos conduce al Expresionismo. Sus temas más frecuentes son las naturalezas muertas (El buey desollado, 1925, siguiendo el ejemplo de Rembrandt) y el retrato (El botones).
Marc Chagall (1887-1985) es un judío de origen ruso. De su religión procede buena parte de los elementos que configuran su iconografía personal.
Aunque hay muchos autores que han considerado su obra como pintura naïf por su fuerte dosis de ingenuidad, resulta mucho más adecuado hablar de sobrenatural, tal como la calificaría Apollinaire.
En ella es posible percibir una cierta inocencia, un cierto candor en el modo en que combina las imágenes que le obsesionan. Frente a la descentralizada esperanza y desánimo que caracteriza a los pintores de nuestro siglo, la pintura de Chagall es una explosión de color, una exaltación de la vida y del amor. Sólo a partir de la muerte de su compañera y musa, Bella, se inicia en un período en su producción que se acerca a la melancolía.
Chagall: La Promenade. Museo del Ermitage. San Petersburgo
La escultura está representada en la Escuela de París por Jean Arp y Brancusi, dos escultores muy interesados por la forma. Brancusi (1876-1957) es uno de los grandes escultores del siglo XX. Este genial rumano estudió en la Escuela de Bellas Artes de París, ciudad en la que conoció en profundidad la obra de Rodin.
En su trayectoria profesional se detuvo en la búsqueda de la esencia de las cosas, como queda perfectamente expresado en Pájaro en el espacio (1919-1940) del que existen 20 versiones. Empleó diversos materiales, tanto el mármol como la madera o el bronce, respetando siempre las cualidades de cada material que trabajaba con sus propias manos: "Era el verdadero camino de la escultura". Son muy corrientes las esculturas de forma ovoide como Mademoiselle Pogany (1913-1933) o El recién nacido (1915-1920). Durante algún tiempo estuvo influido por la escultura primitiva, como ya hemos visto en otros muchos casos (El beso, 1912).
Brancusi: Mademoiselle Pogany II. Museo de Arte Moderno. París
Jean Arp (1887-1966) trabajó durante mucho tiempo en dos dimensiones creando formas planas y ondulantes realizadas en madera (Pechera de camisa y tenedor). En muchos aspectos está bastante próximo al Dadaísmo y al Surrealismo.
2. EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS
2.1. El Dadaísmo
El principal teórico del Dadaísmo es Tristan Tzara (1896-1963). El movimiento dadá surge en Zúrich en 1915 y finaliza en 1919. Sobre este término, Tristan Tzara decía: "Dadá no significa nada, es un producto de la boca". El grupo de artistas que participó de esta vanguardia se solía reunir en un café llamado el Cabaret Voltaire que se anunciaba en el periódico invitando a todos los inconformistas a reunirse en él. Los dadaístas eran transgresores que buscaban una ruptura definitiva con el arte tradicional, propósito que pretenden alcanzar mediante la aportación de nuevas técnicas y elementos novedosos como el ready-made, el fotomontaje y el collage.
Francis Picabia (1879-1953) empezó pintando cuadros impresionistas pero, tras su viaje a Nueva York, ciudad en la que conoce a Duchamp, pinta Veo otra vez el recuerdo de mi querida Udnie (1914), claro exponente dadaísta. La máquina es una parte fundamental de la obra de este pintor, que se representa entendida como una amenaza y no de forma elogiosa, como la interpretaba Léger. Las máquinas aparecen en los cuadros como seres independientes capaces de desenvolverse por sí mismos. Marcel Duchamp (1887-1968) realizó algunos cuadros como El desnudo bajando una escalera (1912) aunque prefirió el ready-made, que desvinculaba al objeto de su función tradicional y le otorga, por su nueva e inusual ubicación o título, un significado y una dimensión artística de la que en un principio carecía. Se burló abiertamente de muchos aspectos del arte del pasado y lo puso en tela de juicio como en su obra L.H.O.O.Q., en la que se puede ver a La Gioconda de Leonardo con un bigote. Esta obra ha sido tomada por muchos como la muestra más emblemática del Dadaísmo.
Duchamp: Desnudo bajando una escalera. Museo de Arte. Filadelfia
En Colonia, el Dadaísmo está representado por el pintor alemán Max Ernst (1891-1976) quien empleó frecuentemente la técnica del collage y realizó numerosas aportaciones tanto al Surrealismo como al Expresionismo abstracto.
Max Ernst: Pintura surrealista. Colección particular
2.2. El Surrealismo
El Surrealismo es un movimiento literario y artístico que surge después de la Primera Guerra Mundial y que se da a conocer mediante la publicación en París en 1924 del Manifiesto surrealista de André Breton. No se circunscribe solamente al campo de la pintura, sino que fue una filosofía que afectó a otras muchas manifestaciones artísticas como el cine, dentro del cual sobresalió el cineasta español Luis Buñuel. Lo mismo que sucedía en el caso del Dadaísmo, el germen del Surrealismo está en un cierto inconformismo, una insatisfacción que, en este caso, se orienta a la creación de un mundo onírico en el que se desprecia el dominio de la razón y las leyes de la lógica y se invita a la liberación del subconsciente. En su nacimiento tuvieron bastante peso las teorías de Freud, el Dadaísmo, la pintura metafísica de Giorgio de Chirico, Goya y El Bosco. El Surrealismo aportó ciertas novedades técnicas como el frottage, el collage y el automatismo.
Giogio de Chirico: El mal genio de un rey. Museo de Arte Moderno. Nueva York
Dentro del Surrealismo es posible distinguir dos grupos diferentes. Por un lado, encontramos a los pintores abstractos que crean sus propios universos iconográficos tomando como punto de partida el subconsciente. Dentro de este grupo se encuentran Miró, André Masson, Max Ernst e Ives Tanguy. Por otro lado, están aquellos que realizan una pintura figurativa basada en la asociación extraña e inusual de imágenes. En este caso se encuentran Dalí, Magritte, Paul Delvaux y Óscar Domínguez.
Yves Tanguy (1900-1955) se caracteriza por los paisajes imaginarios y desolados, plagados de formas óseas que proyectan en los suelos grandes sombras y horizontes lejanos detrás de los que le gustaba imaginar qué podría existir. Tanguy es un gran improvisador: "Encontré que si planteaba un cuadro de antemano, este no me sorprendería nunca, y la sorpresa es un gran placer en la pintura". André Masson (1896-1987) refleja en sus obras su personalidad agresiva a través del dibujo rápido y espontáneo. La inmediatez de su pintura y la voluntad de expresar todo el desencanto que hay en su interior inspirará a pintores posteriores como Pollock.
En Bélgica podemos encontrar a René Magritte (1898-1967), quien descubrió su concepto pictórico al contemplar la obra de Chirico. Sus cuadros están repletos de metáforas visuales cuyas claves interpretativas suelen esconderse tras el título de las obras. En ellas resulta muy difícil definir los límites entre la realidad y la ficción. Son muy características de sus cuadros las nubes algodonosas que repite hasta la saciedad. Paul Delvaux, nacido en 1897 y fallecido en 1994, es otro representante de la pintura surrealista belga. Los temas más frecuentes de sus grandes lienzos son los desnudos femeninos de canon clásico.
Magritte: Los amantes. Colección Zeisler. Nueva York
2.3. El arte soviético: el Suprematismo y el Constructivismo
Rusia va a experimentar en esta época un importante despegue desde el punto de vista artístico. Una de las figuras más geniales que aparecieron fue Kasimir Malevich (1878-1935), creador del Suprematismo o "el mundo de la no representación", como él lo denominó en su manifiesto, realizado conjuntamente con el poeta Maiakovsky. En el texto proponía que el artista se librarse de cualquier finalidad en el arte y que se dejase guiar tan sólo por su propia sensibilidad plástica. No comprendía el motivo por el cual el arte debía reproducir las formas de la naturaleza. El color más representativo dentro de su pintura es el blanco y la forma a la que en más ocasiones recurrió el cuadrado. Los colores son absolutamente planos, no hay gradación tonal alguna, por lo que se rompe definitivamente con la idea de profundidad que había imperado en la pintura occidental hasta este momento.
El Constructivismo es un término empleado en el año 1913 por el crítico Punin para referirse a una obra de Tatlin, uno de los miembros de este movimiento. En este caso la pintura, el arte en general, es interpretada como mecanismo de transmisión de una ideología determinada, una manera para ayudar a evolucionar a la sociedad. Vladimir Tatlin (1885-1953) es uno de los artistas más representativos dentro del movimiento. Entre sus obras se encuentra el proyecto para un monumento a la Tercera Internacional consistente en una torre metálica helicoidal e inclinada con paredes de vidrio.
En la escultura destacaron los hermanos Pevsner, Naum Gabo (1902-1983) y Antoine (1888-1962). Emplearon para sus obras nuevos materiales como el nailon, filamentos metálicos y plexiglás, con los que crearon estructuras geométricas rigurosamente calculadas en las que la luz y el movimiento (ellos crearon la primera escultura que se movía) desempeñaban un papel determinante.
Antoine Pevsner: Maqueta del monumento a la liberación del espíritu. Tate Gallery. Londres
2.4. El Neoplasticismo y la escuela Bauhaus
El Neoplasticismo nace en Holanda en el segundo decenio del siglo XX, al mismo tiempo que la revista De Stijl. Mondrian, principal exponente del Neoplasticismo, lo define muy bien en su ensayo El Neoplasticismo en el arte pictórico: "la abstracción de todas las formas y todos los colores, o sea, en las líneas rectas y en los colores primarios netamente definidos". Los cuadros de Piet Mondrian (1872-1944) son entramados de líneas negras perfectamente trazadas que encierran espacios de colores planos y generalmente primarios como el rojo, el azul o el amarillo. En estos cuadros las líneas horizontales son equivalentes a la tensión vida-muerte, mientras que las verticales son las que hacen referencia a los hechos orgánicos. Otro importante miembro de esta corriente fue Theo van Doesburg (1883-1931), artista muy vinculado a la Bauhaus.
Mondrian: Tableau I. Colección particular.
La Bauhaus, que ya ha sido analizada anteriormente, desempeñó un importante papel en el campo de la pintura. En su seno destacó como profesor Kandinsky, quien durante estos años vio cómo su obra se iba haciendo cada vez más geométrica. Paul Klee (1879-1940) estuvo bastante ligado al grupo El Jinete Azul. A partir de su llegada a la Bauhaus, sus cuadros comienzan a adquirir mayor encanto, a reflejar imágenes ingenuas, casi infantiles y misteriosas de vivos colores. Klee es un pintor entre la abstracción y el arte figurativo, cuya obra recuerda, en muchos sentidos, a la pintura de Miró.
Paul Klee: Senecio. Museo de Arte. Basilea
Paul Klee: Jardín oriental. Museo de Arte Moderno. Nueva York
3. LAS ÚLTIMAS TENDENCIAS
3.1. El Expresionismo abstracto o el Informalismo
El Informalismo aparece en Europa, Estados Unidos y Japón en torno a los años cincuenta. Está marcado por la irracionalidad y es la expresión del desaliento y la angustia que siguió a la Segunda Guerra Mundial. Supone, además, el rechazo a la razón y defiende la expresión en la obra de arte, en este sentido, tiene bastantes cosas en común con el Expresionismo. En el Informalismo hay mucho de protesta e inconformismo como ya había sucedido en el Dadaísmo. Se incorporan materiales tradicionalmente considerados extrapictóricos como el plástico, tierra, paja, otros materiales de desecho, mallas metálicas, botes, maderas y fragmentos cerámicos. Los artistas prefieren los grandes formatos, ya que consideran que sus efectos en el espectador son más eficaces. La obra constituye una expresión del interior del individuo y como tal no persigue la plasmación de la belleza; la pintura se concibe como un vehículo para transmitir el desaliento que apresa a un importante grupo de pintores. Para ello, los informalistas recurren a técnicas que ya utilizaron los surrealistas como el dripping. Además, los pintores informalistas, en la mayoría de los casos, no programan ni premeditan lo que van a pintar, sino que improvisan, reflejan en esa superficie lo que en ese mismo instante sienten, de tal modo que la pintura se convierte en una liberación para el subconsciente.
El más sobresaliente de los expresionistas abstractos es Jackson Pollock (1912-56), quien renuncia a cualquier elemento de representación y reivindica para el caos un espacio dentro del arte. Este autor es decisivo en la aparición de un concepto que será esencial para un buen número de las manifestaciones artísticas posteriores: el arte procesual que más tarde se denominará arte conceptual, y que se detiene en la valoración del proceso de creación de una obra de arte. Pollock fue uno de los pintores que más frecuentemente utilizó el dripping. Además pisaba y paseaba por encima del cuadro con los pies llenos de pintura de tal modo que quedasen las huellas en él.
Pollock: Seven. Museo de Arte Moderno. Nueva York
Dentro de este movimiento cabe destacar otra interesante vertiente: el Espacialismo, denominado también pintura contemplativa, representado, entre otros, por Rothko y Lucio Fontana. Mark Rothko (1903-1970) prefiere las superficies de colores fuertemente contrastados que tratan de sugerir una atmósfera especial, silenciosa y plácida muy alejada de lo que nos proponía Pollock, una cuarta dimensión. Lucio Fontana (1899-1968) llega aún más lejos rasgando los lienzos con cortes limpios y nítidos, lo que representa una opción absolutamente nueva y nunca antes empleada en el arte.
Rothko: Rojo y azul sobre rojo. MOCA. Los Ángeles
3.2. La nueva figuración
Pese a que la tendencia más generalizada fue la de aproximarse a una arte abstracto, en Europa podemos encontrar una serie de pintores que reivindican el arte figurativo. Lo hacen desde una óptica bien diferente a la de la pintura figurativa hasta el momento, por ello recibe la denominación de pintura neofigurativa. Éste es el caso del irlandés Francis Bacon (1909-1996). Le interesaba la parte más oscura del ser humano, su lado más negativo, el que refleja en los rostros monstruosamente deformados. A menudo se inspiró en cuadros de grandes pintores de los que hizo una personalísima versión. Este es el caso del Inocencio X de Velázquez. Es posible establecer un paralelismo entre la obra de Bacon y la de otros pintores como Van Gogh o Munch, ambos muy próximos al Expresionismo.
Jean Dubuffet (1901-85) representa la pintura neofigurativa en Francia. Reaccionó bruscamente contra el arte tradicional. Creó un espacio en el arte para las manifestaciones de los enfermos mentales y los niños.
3.3. Pop-art y Op-art
El Pop-art (abreviación del término Popular art creado por el crítico británico Lawrence Alloway) nace en los años cincuenta como reflejo de la sociedad de consumo en la que se acumulan los objetos sin sentido, objetos que en realidad no se necesitan. El arte pop se nutre de un lenguaje puramente publicitario.
El más sobresaliente de los artistas pop ingleses es Hamilton (1922-2011), quien recurrió en múltiples ocasiones a las fotografías de electrodomésticos y automóviles. En Estados Unidos destaca Andy Warhol (1930-1987), quien reprodujo hasta la saciedad fotografías coloreadas de las latas de sopa Campbell o la Coca-Cola, así como de Marilyn Monroe, Elvis Presley o Elizabeth Taylor. Jasper Johnes (1930) prefirió objetos simples como la bandera de los Estados Unidos, dianas, etc. Oldenburg (1929) reproduce alimentos (Mesa con comida, madera y cartón). Por último nos ocuparemos de Roy Lichtenstein (1923-1997) que incorpora al arte el lenguaje del cómic con todos sus elementos, incluyendo los "bocadillos" en los que se encierra el texto.
Andy Warhol: 200 latas de sopa Campbell (Detalle). Colección particular. Colorado
Roy Liechtenstein: M-Maybe. Museo Ludwig. Colonia
El Op-art, también llamado Optical art, se basa en la voluntad de crear en el espectador fenómenos de ilusión óptica, en concreto, se consigue desencadenar la sensación de movimiento. El Op-art se caracteriza por estar fundamentado en rigurosos estudios de carácter científico, por rechazar la figuración y basarse en el color y la forma. El creador de esta corriente, Victor Vasarely nacido en Hungría en 1908 y fallecido en 1997, estuvo siempre muy preocupado por aproximar la obra de arte a la gran mayoría del público. Consiguió plasmar en sus pinturas la sensación de movimiento gracias a profundos estudios acerca del color. Otro importante representante del arte cinético es el venezolano Jesús Rafael Soto (Ciudad Bolívar, 1923 - París, 2005), quien sobre el plano colocar varillas metálicas e hilos, de tal manera que el espectador al desplazarse por delante de la obra obtiene una mayor sensación de movimiento.
El arte cinético tiene en la escultura un representante de excepción: Alexander Calder (1898-1976). Aunque es de origen estadounidense, vivió durante gran parte de su vida en París, en donde conoció a Duchamp con quien empezó a hacer los primeros móviles. Los móviles son láminas metálicas de diferentes colores, formas y tamaños que se suspenden de varillas para que sean movidas por las corrientes de aire (este tipo de obra hoy nos resulta absolutamente doméstica, hasta el punto de que resulta difícil concebir una habitación infantil en la que no haya un móvil). El movimiento puede ser controlado relativamente por el escultor. Más tarde, otros artistas se servirán de otros recursos para producir el movimiento.
Calder: móvil Ordinary. Park Avenue. Nueva York
3.4. El arte como concepto: el Happening, el Land Art y el Arte Povera
El término happening es de origen inglés y significa acontecimiento. Designa precisamente eso, un acontecimiento artístico que tiene mucho de teatral y que se desarrolla en un espacio concreto. No debemos pensar que es un acto totalmente improvisado, aunque se pueda calificar como una manifestación artística abierta sino que es, en gran medida, una escenificación premeditada que pretende implicar al espectador. Para ello se recurre a todo tipo de elementos verbales, olfativos o visuales que no dejan indiferente a quien lo observa y siente. En este sentido estaría dentro de lo que se denomina arte conceptual, que englobaría a todas las tendencias que analizamos aquí. Esto quiere decir que el arte se aleja de la materialidad y se reivindica la importancia de la idea, independientemente de su soporte, que es algo de lo que estos artistas pueden y quieren prescindir. El arte y la vida se aproximan cada vez más. Pues ocurrir en cualquier lugar (estaciones, supermercados, la calle, etc.) y en cualquier momento. El happening lleva implícita una importante dosis de provocación, algo que ya también se percibe en el Futurismo, Dadaísmo y Surrealismo. El Grupo de Acción Viena recurría en sus happenings a la sangre y las vísceras de animales.
En el Land art se pretende hacer arte con la naturaleza, es decir, se trata de un arte ecológico en el que el artista ve con buenos ojos las transformaciones que la naturaleza opera en su obra. Solamente ella culmina las obras. En este caso el "concepto" y lo efímero están muy presentes. Tan sólo a través de la fotografía podemos conocer manifestaciones artísticas realizadas de Land art con anterioridad. Dentro de esta corriente sobresale Robert Smithson, quien en 1970 trazó una inmensa espiral de quinientos metros en el lago salado de Utah, y Walter de María que hizo una línea de un kilómetro en el desierto de Nevada. En esta misma dirección se encuentran las acciones del búlgaro Christo Jaracheff que convierte el embalaje en un arte; envuelve objetos de muy diversas características haciéndolos de este modo más enigmáticos.
Christo: Bundestag envuelto. Berlín
L'arte povera o arte pobre nace en Italia tras una exposición realizada en el año 1967. Se utilizan materiales pobres y, al mismo tiempo toscos, como la tierra, la madera o la hierba. Celant dijo algo que define bastante bien esta corriente: "El arte pobre, arte actual, antiformal, conceptual, earthwork o arte imposible, tiene un enfoque básicamente anticomercial, precario y vulgar, que se refiere, en primer lugar, a las cualidades físicas del medio y a la mutabilidad de los materiales.
3.5. El Hiperrealismo
A finales de los años setenta aparece en Estados Unidos una corriente, tanto pictórica como escultórica, que pretende representar con absoluta fidelidad la realidad hasta en sus más mínimos detalles. En este sentido, la pintura hiperrealista no tiene ningún reparo en imitar a la fotografía, incluso algunos pintores parten de fotografías muy ampliadas para pintar sus cuadros. En muchos sentidos, el Hiperrealismo enlaza con el Arte Pop, sobre todo en el caso norteamericano, puesto que los dos movimientos ven la fotografía como un importantísimo punto de partida. Pero, a diferencia del Arte Pop, el Hiperrealismo carece de una intención crítica y se limita a reflejar la realidad con absoluta objetividad.
KIRCHNER Y EL EXPRESIONISMO
"La evolución de Kirchner es, en este sentido, ilustrativa y dramática. Pocos fueron los artistas que, como él, se lanzaron a una tan clara destrucción del lenguaje tradicional; una destrucción a "hachazos", una ruptura del ritmo lingüístico que permitía la articulación armoniosa de un mundo natural integrado (y en el que se integraban los seres humanos), optimista y gozoso, ahora sincopado y quebrado, hasta lograr que las figuras resaltaran desplazadas de su medio, alienadas de él, y este de ellas, convertido el escaparate _lo que se mira pero no puede cogerse_ en una metáfora de la distancia insalvable y consciente que es rasgo fundamental del expresionismo".
(BOZAL, V. Los primeros diez años, 1900-1910, 1991)
A FONDO
DOBLE RETRATO CON VASO DE VINO
MARC CHAGALL
Uno de los pintores más fascinantes de nuestro siglo es, indudablemente, Marc Chagall, al que hemos incluido dentro de la Escuela de París junto con otros artistas como Modigliani o Brancusi. Es muy difícil ubicar a Chagall dentro de una corriente pictórica, por lo que siempre resulta más fácil analizarlo como artista libre que tomó aportaciones de diferentes movimientos, anteriores o contemporáneos a él, para crear un estilo propio y muy personal.
Chagall nació en Rusia, en el seno de una familia judía profundamente religiosa, hecho que marcará su particular manera de enfrentarse a la vida. Sus primeros años como pintor transcurren en su país, en el taller de Pen, en Vitebsk. Más tarde, en 1930, cuando contaba con veintitrés años viajó a París, donde permaneció una temporada. Allí conoció el Cubismo, el Fauvismo, la obra de Van Gogh, Gauguin, Seurat y Matisse. También estuvo en España, donde se interesaría por la obra de El Greco, y en Italia, lugar en el que estudiaría a los maestros de la escuela veneciana.
Tras este breve apunte de la biografía de Chagall, importante para entender su producción artística, nos enfrentaremos al análisis de una obra de la que Breton dijo lo siguiente: "No hay nada que presente un encanto tan claro como esta obra, cuyos maravillosos colores prismáticos acogen y transforman la inquietud moderna y, sin embargo, conservan la antigua inocencia al expresar lo que en la naturaleza anuncia el principio del encanto gozoso: las flores y la expresión del amor". Este cuadro, que se conserva en el Musée National d'Art Moderne de París, es un autorretrato en el que aparece acompañado de su musa y esposa, Bella Rosenfeld, con quien se casó en 1915 y a la que retrató en repetidas ocasiones (Bella con clavel, Doble retrato, Mi novia con guantes negros). En esta pintura, Chagall quiso que se condensase todo el inmenso amor que sentía por esta mujer, de la misma que también lo hizo en El cumpleaños, en el que ambos vuelan en una habitación, al tiempo que Chagall en una posición imposible besa a Bella. En El doble retrato con vaso de vino la composición es claramente vertical y, al mismo tiempo, sugiere una leve oscilación que nos invita a pensar cómo los cuerpos de Bella y Chagall se balancean en su ascenso. El pintor ha querido transmitir al espectador la idea de que el gran amor que se profesan los dos protagonistas del cuadro les hace sentirse como si sus pies no estuviesen en la tierra. Esta línea ascensional culmina en la copa que Chagall sostiene por encima de su cabeza; un brindis por la felicidad que le proporciona el amor de Bella y, finalmente, en una especie de ángel que sobrevuela la escena. Este profundo amor se refleja en la siguiente afirmación de Chagall refiriéndose a Bella: "Su silencio es el mío. Sus ojos, los míos. Es como si Bella me conociera desde hace mucho tiempo, como si lo supiera todo de mi infancia, de mi presente, de mi futuro. (...) Sentí que ella era mi mujer. Su tez pálida, sus ojos. ¡Qué grandes son, profundos y negros! Son mis ojos, mi alma". Al fondo se puede ver una ciudad sobre un río que atraviesa un puente, como aquellas que tantas veces había representado Chagall y que forman parte de su particular iconografía. Los brillantes colores, bastante planos, están intensamente contrastados y se distribuyen en áreas muy bien delimitadas, que nos remiten inmediatamente al Cubismo, como también esta referencia es más que evidente en su obra París desde la ventana. La intensidad de los colores y la manera de organizarlos están, sin embargo, bastante más próximos a la obra de Macke, Marc, e incluso del propio Delaunay, quien se inspirará frecuentemente en los cuadros a Chagall. A este pintor, tal y como podemos observar aquí, no le interesa reproducir la realidad _aunque en este caso ha puesto mayor interés en los retratos de lo que es habitual en sus obras, tanto en el suyo como en el de su esposa, ambos sonrientes_, ni siquiera está preocupado por seguir unas pautas que pudieran enmarcarle en una determinada corriente. Tan sólo quiere recrear en sus lienzos los hechos tal y como él los siente, pasados por el tamiz de la fantasía, de la ingenuidad, de su experiencia vital y sus recuerdos en un pequeño pueblo ruso y en el seno de una familia judía, que rememora incansablemente con infinita nostalgia y afecto, fundiendo la realidad con la fantasía. En ocasiones sus cuadros pueden resultar irracionales y difícilmente explicables, como son algunos de los detalles de este cuadro: Chagall tapa con su mano un ojo de Bella, mientras que el otro permanece descubierto, negro y profundo, como lo describía el propio pintor. Para enfrentarnos al análisis de un cuadro de Chagall lo mejor que podemos hacer es seguir su propio consejo: "Mis cuadros son coordinaciones de imágenes interiores que me poseen".
CITAS
"El pintor ya no necesita preocuparse por detalles insignificantes, pues para eso está la fotografía, que lo hace mucho mejor y más rápido. Ya no es misión de la pintura representar acontecimientos históricos; éstos se encuentran en los libros".
Henri Matisse
"Mi pasión me impulsaba a todas las audacias contra lo tradicional en la pintura. Ansiaba provocar una revolución en las costumbres, en la vida cotidiana, mostrar la naturaleza sin ataduras, liberarla de las vetustas ataduras y del Clasicismo".
Maurice Vlaminck
"Me paré y me apoyé contra la verja, casi muerto de cansancio. Nubes rojas como la sangre y lenguas de fuego suspendidas sobre el fiordo azul y negro. Mis amigos me habían dejado y, solo, temblando de angustia, me di cuenta del inmenso, infinito grito de la naturaleza".
Munch
"El pintor transforma la obra de arte en la concepción de su experiencia. Con un continuo ejercicio aprende a usar sus medios. No hay reglas fijas para esto. Las reglas para una sola obra se forman durante el trabajo y a través de la personalidad del creador".
Emilde Nolde
"Yo no elijo conscientemente la forma, la forma se elige ella sola, dentro de mí".
Kandinsky
"Lo que diferencia al Cubismo de la pintura antigua es que no se trata ya de un arte de imitación, sino de un arte de concepción que tiende a elevarse hasta la creación".
Guillaume Apollinaire
"El Cubismo no se diferencia de otras escuelas pictóricas. Todas tienen en común los mismos principios y los mismos elementos. El hecho de que el Cubismo no fuese entendido durante mucho tiempo y de que todavía haya personas que no vean nada en él, no significa nada".
Picasso
"No las entiendo en absoluto. No son literatura. Son sólo combinaciones pictóricas de las imágenes que me obsesionan. Las teorías que podría inventar para explicarme a mí mismo, y las que otros elaboran en relación con mi obra no tienen sentido (...) mis pinturas son mi razón de ser, mi vida, y eso es todo".
Chagall
"En el Suprematismo ya no puede hablarse de pintura. La pintura fue superada hace tiempo, y el pintor es un prejuicio del pasado".
Malévich
"Me gustaría que mis cuadros fueran vistos como si un ser humano hubiese pasado sobre ellos, (...) dejando una huella de su humana presencia".
Bacon
GLOSARIO
Improvisaciones de Kandinsky
Conjunto de obras pictóricas que se agrupan bajo una técnica común y que el propio Kandinsky define así: "expresiones inconscientes espontáneas del carácter interior, de naturaleza inmaterial".
Henri Rousseau
Henri Rousseau (1844-1910), "el aduanero", era un pintor de origen parisino que imprimió a todas sus obras un primitivismo y una ingenuidad que va a caracterizar al arte naïf, que él representa a la perfección. Fue admirado por muchos pintores como Gauguin, Delaunay, Picasso y Braque. Una de sus obras más importantes y significativas es La gitana dormida (1897).
Collage
Técnica que consiste en pegar sobre un soporte, generalmente un lienzo, elementos de diferente procedencia o materiales tradicionalmente considerados extrapictóricos. Será bastante frecuente encontrar papel en los collages, llamado también "papier collé". Esta técnica es empleada por muchos movimientos de la primera mitad del siglo XX.
Orfismo
Término acuñado por Apollinaire que dividía el Cubismo en cuatro categorías; las otras eran científica, física e instintiva.
Macchiaioli
Así se denomina a los impresionistas italianos de entre los que sobresalieron Signorini, Fattori y Cecioni. Este término procede de la palabra italiana macchia que significa mancha.
Ready-made
Marcel Duchamp recurrió frecuentemente a él. Como su propio nombre indica, es algo previamente hecho. La novedad radica en que es sacado del contexto para ser colocado en otro en el que habitualmente es bastante improbable encontrarlo. Por ejemplo, Duchamp toma un urinario y lo convierte en una obra de arte que más tarde estará en un museo. En este sentido, con una gran dosis de provocación, descontextualiza el objeto.
Frottage
Este término fue creado por Marx Ernst. Se refiere al acto de pasar un lápiz por encima de un papel que está colocado sobre una superficie rugosa como la madera o un tejido.
Automatismo
Consiste en pintar de modo incontrolado sin pensar en lo que se está haciendo, de tal modo que sea algo en lo que ha tenido parte decisiva el subconsciente. Después el pintor lo retoca realizando un cuadro absolutamente personal.
Dripping
Este término procede del inglés, en concreto de la palabra drop, que significa gota. El pintor deja que la pintura gotee sobre el lienzo.
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